By America XXI 23de Febrero de 2021
El Gobierno de Venezuela expulsó del país, tras declararla «persona non grata», a la embajadora de la Unión Europea (UE) en el país suramericano, Isabel Brilhante Pedrosa, y emplazó a abandonar el territorio en 72 horas.
El ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, entregó personalmente a Brilhante la carta que le notifica su salida del país, tras un encuentro en la sede de la Cancillería en Caracas (foto).
«Es injerencia, es sesgo, es arrogancia, es prepotencia (…) ¿Con qué autoridad se creen que pueden evaluar, reconocer, desconocer Instituciones de otros países?», señaló el Canciller
«Lo hacemos porque las circunstancias así lo exigen», dijo Arreaza, que comentó que ya van 55 sanciones de la Unión Europea contra Venezuela.
La decisión se conoce luego que el pasado lunes, el Consejo de la UE incorporara a 19 funcionarios venezolanos a la «lista de personas sujetas a medidas restrictivas».
La UE argumentó que los sancionados tuvieron un «papel en actos y decisiones que socavan la democracia y el Estado de Derecho en el país, o como resultado de graves violaciones de los derechos humanos».
Las medidas se impusieron luego de que, a principios de año, la UE catalogara de poco «creíble, inclusivo o transparente» las elecciones legislativas del 6 de diciembre en Venezuela.
Arreaza indicó que estas medidas se tomaron «súbitamente», a pesar de que el año pasado se logró alcanzar una comunicación estable con el alto representante para las Relaciones Exteriores de la UE, Josep Borrell.
Recordó que en ese momento Venezuela hiciera todos los esfuerzos, desde el Estado, «para estabilizar la convivencia democrática en el país».
Añadió que en la UE «no son más que la vieja Europa, donde se desarrollaron los peores conflictos, las peores guerras, desde donde salieron quienes cometieron los peores genocidios en África y aquí en América Latina».
El canciller dijo que, en la conversación con Brilhante, invitó a la UE a la reflexión para que «puedan deponer esas actitudes injerencistas, prepotentes» y así «reconstruir los puentes de entendimiento y de diálogo».
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